No hace mucho tiempo nació una princesita que convertía todo aquello que tocaba en algo "bonito".
Personas de todo el mundo se acercaban a ella, ¿qué tendría aquella princesa de especial que hacía feliz a cualquiera que le rodeara?
Nunca nadie pudo explicar ni por magia, ni por hechizos, ni por encantos, cómo aquella niña que pronto fue convirtiéndose en una hermosa joven podía conseguir lo que todo el mundo deseaba y de un modo tan fácil.
Así comenzaría el principio de un hermoso cuento de esos que tanto te gustan, con personajes en los que tantas veces te has convertido, y con un final feliz.
Hoy se escribe una página más en la historia de un cuento muy especial, tu cuento. Y quiero ser el hada que con el más mágico hechizo te regale una felicidad eterna, simplemente porque lo mereces.
Y que a partir de ahora sonreir sea el despertar de tu mañana y el acompañante de sueño de tus noches. Gracias por haber dedicado 21 años de tu vida a hacernos felices a todos aquellos que te rodeamos, por ser el abrazo cálido en los largos días de invierno y la brisa fresca en verano. Gracias por aliviar dolores que no se curan con medicina, por dar, muchas veces, sin recibir nada a cambio. Gracias porque a pesar de las vueltas que ha dado la vida sigues ahí, quietecita, sujetando mis torpes pasos. Gracias por acompañarme en los últimos cuatro años de mi vida (espero que sea para siempre) y demostrarme que ni por todo el oro del mundo cambiaría una amistad como la tuya.
Y como buen cuento, esta historia tiene un final feliz:
La princesita, con la llegada de su 21 cumpleaños quiso desvelar su secreto, todo el Reino acudió a la cita, era interés público el secreto de la "felicidad eterna" Ser feliz es muy fácil -dijo- simplemente soy feliz, porque las personas que me rodean son felices.
No había ni trampa ni cartón, aquella princesita era feliz haciendo feliz a quienes le rodeaban. Desde aquel día todo el mundo intentó parecerse a ella y regaló sonrisas por doquier.
Bueno pequeñita, espero que te guste mi pequeño detalle, que desde luego, sale del corazón.
¡FELICIDADES! y recuerda que por mucho que pasen los años siempre tendrás una estrella que te acompañará en tu camino.
Te quiero.
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