martes, 2 de marzo de 2010

LaZoS dE sAnGrE


No hay forma de agradecer a aquellos que siempre han estado ahí, que han llorado conmigo y por mí, a aquellos que me han ofrecido cobijo y abrigo en días de lluvía; a los que me han hecho sonreír pese a que no tuviéramos ganas, a los que me han dado un abrazo cálido cuando realmente me sentía perdida y sola, a los que siempre me han demostrado que pase lo que pase estarán ahí y que estaremos unidos, sobre todo en las adversidades, porque ya sabemos que en las alegrías sobra gente con la que compartirlas.

No hay forma de premiar una mirada de complicidad, un gesto, un guiño, cuando las palabras sobran.

No hay manera de pagar una buena conversación, los momentos de risas, donde no importa ni el tiempo ni el lugar, sólo que aquellos a los que se necesita están ahí.

No hay suficientes palabras para expresar el sentimiento que me une a ell@s.

No hay distancia posible que consiga separarnos, porque sabemos, que por muy lejos que estén, lo más lejos será una llamada de teléfono.

No hay forma de explicar ni de mostrar el lazo que nos une, que pese a ser invisible, está ahí, y nos tendrá enlazados para siempre.

Por todo ello y un millón de razones más que sentimos, no cambiaría por nada del mundo a ningun@ de ell@s, porque sin ell@s no soy yo. Gracias a ell@s soy hoy en día lo que soy.

Este post va para vosotros, mi FAMILIA. Gracias.

En especial para ti, Laura, por mil porqués que tú ya sabes.