domingo, 13 de marzo de 2011

Un sentimiento eterno de tristeza


¿Te has sentido alguna vez vacío? ¿Has intentado llenarte de la nada? Nadie te ha explicado por qué sigues llorando por la misma absurdez día sí, día también. Y te dicen que no merece la pena... ¿Y por qué no ha de merecerla? ¿Quién sabe mejor que tú el motivo de tus lágrimas?
No se supera con un abrazo, no lo calma una sonrisa, es un sentimiento de soledad aun rodeándote de todo el mundo. ¿A qué esperas? Sal de ahí. Pero te niegas. Sigues sentado a esperar. Esperas un mundo que tú mismo has creado, que no existe.  
Sabes que por mucho que sueñes, la realidad es cruel,  diferente. Intentas olvidar, borrar, pero los recuerdos no lo permiten y comienza a hacerse imposible respirar. Te sientes asfixiado, ahogado, lleno de dolor inexplicable.
Nadie llega a comprenderte, ¿eres tú quien te haces daño? Sé valiente, no necesitas a nadie para seguir. Tú eres dueño de tu mente, de tu pensamiento, de tu vida.
Grita en silencio, ahoga el mar de lágrimas que inunda tu ser. Eres tú el que lleva el timón del barco. Evita que esté a la deriva, evita que sea otro quien lo dirija. Sé valiente. Abre los ojos. Sonríe por ti, para ti.
Sé que es difícil, pero puedes conseguirlo. Está en ti, solo en ti.
Tú, que lees, sé que me entiendes, sé que sabes que esto existe, sé que si alguna vez te has sentido triste entiendes cada párrafo, cada frase, cada letra. Sé que posiblemente la primera vez de este sentimiento no sea la última, pero confía ciegamente en que la solución es siempre la misma: TÚ.